de Dios; los demás, son seguidores del diablo. Para ellos, la gran ramera de Apocalipsis 17 es tanto la religión organizada como los paganos, la parte visible y directa entre la humanidad y los demonios invisibles (El reino está cerca, pág. 186). Por esto atacan crudamente a la Iglesia de Roma y al clero evangélico, pero ellos se sienten mártires cuando la gente los rechaza. 9. Consideran que es pecado saludar la bandera de su respectivo país,servir en las fuerzas armadas o recibir transfusiones
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